Difícil de entender la ironía, incluso el humor
No es fácil de entender el humos ni la ironía, ni en modo presencial ni en la Red, sobre todo en tiempos convulsos. Es más; no creo que lo sea aunque Twitter doble el número de caracteres.
Por ejemplo, entendí perfectamente qué es eso de la
pragmática cuando fui padre comprendí que las criaturas no entienden el doble sentido de mensajes del tipo "¡estarás contento!" en vez de reconvenir por algo mal hecho. En ese sentido, recuerdo un comentario de una profesora de matemáticas en bachiller (tiempos de BUP, sí) que me dijo "estarás contento" tras llenar la pizarra (la de escribir con tiza, que no la digital claro) de números... y haberme equivocado de signo en el primer paso. Esperó hasta el final para indicarme la cuestión. Supongo que también sería cuestión de pragmática... o de su visión de la pedagogía y la didáctica de las matemáticas.